Este año, con motivo de la Quincena de Lucha Feminista A Por Todas, llevé a cabo el taller El descanso de la Guerrera y hoy os traigo la crónica.
Antes de nada, agradecer el esfuerzo de las organizadoras, pues sin ellas hubiese sido imposible llevar a cabo este hito feminista. Mil gracias. Para saber más de la quincena, podéis visitar la página donde se describe todo lo que allí pasó, desde la agenda de actividades(aquí y aquí), hasta las crónicas de las charlas y talleres.
Y mil gracias también a las participantes del taller por entregarse desde el minuto uno. Para mí fue un placer poder llevarlo a cabo y compartirlo con vosotras.
CRÓNICA
DEL TALLER “EL DESCANSO DE LA GUERRERA”
Sexualidad
y Sano Egoísmo
Este taller vivencial
nació con la necesidad de dar un descanso tras la lucha, creando un espacio
donde la cabeza descansase y el cuerpo tomase el protagonismo desde el placer,
ya fuese mediante el disfrute del contacto, del encuentro, de los olores, de las
sonrisas y los dejarse estar sin ir más allá de las sensaciones corporales.
Haciéndonos conscientes de la gran potencialidad que tiene nuestro cuerpo y
cómo, en función de dónde dirijamos nuestro foco de atención, podemos potenciar
nuestras sensaciones sin perdernos en la otra persona. Cada cual llegó donde
quería llegar, centrándonos siempre en dónde estaba nuestro foco de atención y siendo el disfrute nuestra brújula.
La premisa era dejar el
cuaderno en casa y venir con ropa cómoda, puesto que fue el cuerpo el
protagonista que nos ayudó a hacer carne la teoría.
El placer es una energía
que tiene un gran poder y, desgraciadamente, suele vivenciarse en un segundo
plano. En las tres horas que duró el taller, el placer de cada cual fue el
protagonista y cada guerrera traspasó las diversas etapas para volver al mundo
externo:

Después pasamos a poner conciencia en el dar, apreciando lo que a su vez recibo, y separando lo que cada cual
quiere; contribuyendo así a no perdernos en la relación, disfrutando con lo que
puedo y quiero dar y recibir.
Finalmente acabamos este
descanso mediante una lluvia de caricias que contribuyó a que saliésemos
energetizadas y dispuestas a la vida con una energía llena de placer.
Las palabras de las
guerreras al finalizar el taller fueron: alegría, placer, ternura, energía,
amor, disfrute, descubrimiento, sexualidad, calma, tranquilidad, paz, poder,
magia, etc. Y a mí, a medida que iba transcurriendo el taller, no paraba de
venirme la expresión hawaiana Majal, que se utiliza tanto para dar las gracias
como para los “de nada”: ‘Majal/majal’ (te agradezco que me hayas ayudado/te agradezco que me
hayas dejado ayudarte).
Así pues, guerreras: Majal… ¡y a por todas!